lunes, 23 de febrero de 2015

Recopilación de ¡C@ntamos Contigo! en los medios y redes sociales gracias a Luis Pérez


Luis Pérez, papá de Luis, alumno del Coro Salesianos Los Boscos y participante en el proyecto ¡C@ntamos Contigo! ha querido plasmar, por iniciativa propia, en un magnífico vídeo cómo los medios y redes sociales se han hecho eco del mensaje que más de 5.000 niños de todo el mundo han querido transmitir por medio del videoclip "Ahora más que nunca" en colaboración con Alejandro Abad.

Su involucración en el proyecto ha sido enorme, por eso, queremos darle las GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por todo su esfuerzo, compromiso, profesionalidad e ilusión que ha puesto en todos y cada uno de los pasos que se han ido dando en el mismo.


Ha querido, además, plasmar en una carta qué siente y piensa del proyecto y su opinión del mismo. Con su permiso la incluimos a continuación ya que es una carta que merece la pena leer:


"Siempre he relacionado Los Boscos con las artes escénicas. Extraño ¿verdad? Pues no tanto. Veréis. Soy antiguo alumno de Los Boscos. Estudié durante 12 años en este colegio y puede que porque no me diera por jugar al fútbol o a baloncesto más allá de los recreos (y de la pelota en el frontón, ¡menudos partidos!) me dio por participar en todas las obras de teatro de mi clase.  Creo que no hubo un curso en el que no me subiera al escenario del salón de actos.

En párvulos subíamos al escenario a cantar los cuarenta que por aquel entonces éramos en clase. Pero a medida que íbamos haciéndonos mayores no era fácil mover tal cantidad de enanos por las tablas, así que nos quedamos un grupo muy pequeño para hacer las obras de teatro. Y nos lo hacíamos todo nosotros: guiones, ensayos, atrezos, vestuarios (bueno, del vestuario se encargaban nuestras madres) Desde que comenzaba el curso, a finales de septiembre, nos quedábamos en nuestro aula, al terminar las clases al mediodía, para preparar la obra que íbamos a representar en Navidad. No había profesores que nos supervisaran, ni padres, ningún adulto nos decía cómo teníamos que actuar, o ensayar, o preparar un guion y eso quizás nos motivaba más al caer en nosotros toda la responsabilidad de una obra que iban a ver nuestros compañeros, profesores y padres. Eso con 11, 12 y 13 años.

En aquella época vivía María Teresa, fundadora del colegio. Recuerdo una vez que, días antes de representar la obra en Navidad, nos llamó al despacho del director y nos hizo representarla solo para ella. Imaginad qué nervios cuando no nos lo esperábamos y todavía no la teníamos bien ensayada. María Teresa era una mujer que cuando nos veía a los niños en el colegio se le iluminaba la cara. Recuerdo que durante toda la representación privada se mantuvo con la sonrisa en la boca. Cuando terminó nos dijo “¿Esta obra la habéis escrito vosotros? ¡Me gusta, me gusta mucho! Quiero que la representéis no sólo en Navidad, sino también en las fiestas de Don Bosco” Salimos de ese despacho más contentos que si nos hubieran puesto la mejor nota en la asignatura más retorcida. Y no sólo la representamos ese año en Navidad y en Don Bosco, también quiso nuestro profesor que la hiciéramos al año siguiente.

¿Entendéis ahora mi relación de Los Boscos con las artes escénicas?

Durante 25 años me desvinculé por completo del colegio (y de las artes escénicas). Sin embargo, cuando tuve que escolarizar a mi hijo no tuve ninguna duda ni sopesé ninguna otra opción. Yo quería que ni hijo se educara en los mismos valores que a mí me educaron y por supuesto en el mismo colegio. Me hizo ilusión volverme a encontrar a profesores que me habían dado clase a mí y de los que guardo un gran recuerdo.

Y no, no me equivoqué. A día de hoy me siento muy contento con el colegio.  Cuando escucho a padres de otros colegios decir “Qué suerte tenéis, cuántas cosas hacen en este colegio” no puedo hacer otra cosa que asentir y pensar que sí, que tenemos suerte y que sí, que se hacen muchas cosas en este colegio. Y se hacen gracias a la iniciativa de profesores que aportan sus ganas, su esfuerzo, su tiempo libre y su empeño  en que se hagan cosas. Cosas que inciden directamente en engrandecer las actitudes y las aptitudes de nuestros niños. Y que además, con estas iniciativas, han puesto el nombre del colegio y a nuestros niños en un lugar relevante en el mundo de la innovación educativa.

El proyecto ¡C@ntamos Contigo! vuelve a corroborarme la relación del colegio con las artes escénicas, pero esta vez al nivel del siglo XXI, lo que le corresponde a un colegio que apuesta por las nuevas tecnologías. Y esto se hace gracias al tremendo esfuerzo de profesores como Ángel, como Isabel, como Evelyn, como Susana, como Teresa. Profesores que han creído en la idea, que han sabido motivar a los niños para seguirles y llevar el proyecto hasta un nivel de difícil superación.

Pero si estos profesores han sabido motivar a los niños, qué decir de los padres que vemos con orgullo cómo nuestros niños participan con tanta ilusión. Y han sabido implicarnos, consiguiendo lo que siempre he creído y es que el colegio no debe ser sólo cosa de profesores y alumnos, sino también de padres. Un lugar en el que profesores, padres y alumnos aprendamos los unos de los otros, aportemos lo que mejor se nos dé, seamos uno con un único fin: la educación de nuestros hijos. Sé que hay quien no está de acuerdo conmigo y que opinan que cada uno debe desempeñar su rol a la antigua usanza, pero proyectos como ¡C@ntamos Contigo! vienen a darme la razón.

El trabajo de padres como Germán, con un excelente trabajo de producción y postproducción de los vídeos; Daisy con la difusión en los medios, Nilda y Lola con el estilismo; Ana y Patricia con el maquillaje y la peluquería  y otros tantos padres, que han colaboran en anteriores ediciones del proyecto, me hace sentirme orgulloso del colegio en el que mi hijo se está educando.

Y no sería justo terminar sin hacer mención a quien hace que todo esto sea posible y es el director del colegio, Guzmán. Guzmán tiene un peso especifico en los logros del colegio y no sólo por su cargo, que también, sino por hacer que las cosas parezcan fáciles, peleándose (en el buen sentido) con quien haga falta por conseguir lo mejor para el colegio y en consecuencia para los niños.


Si María Teresa vio nuestra obra de teatro en privado con una sonrisa en la boca, esta vez su sonrisa no cabrá en su cara al contemplar con orgullo lo que los profesores, directores, alumnos y padres representan cada día en el colegio que un día ella fundó."

¡Mil gracias de nuevo Luis!

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